¿Puede ser perjudicial la música para mi salud?
Un gran saludo para todos y bienvenidos a una nueva edición del Podcast de Datemúsica, mi nombre es Johan Parilli y vamos a estar conversando hoy sobre este interesante tema.
Sabemos que muchos de nosotros de alguna u otra manera tenemos esa cercanía, esa afición por la música, nos encanta la música y es muy probable que hayamos pensado, "No, yo no creo que la música en algún momento me vaya a afectar a mí la salud," sin embargo hay situaciones que son importantes destacar y por eso la necesidad de difundirlas a través de este Podcast de Datemúsica.
Entrando un poco en la materia, hemos dicho que podríamos encontrar aquel bando de los que no consideramos que la música puede ser perjudicial para la salud y aquellos que consideramos que sí puede ocasionar ciertos perjuicios. Ahora, aclaremos en qué circunstancias puede darse esta situación perjudicial para la salud, y una de ellas seguramente ustedes ya la han pensado, es aquel momento donde estamos escuchando música a muy alto volumen y por supuesto, llegamos a esos umbrales del dolor. Hoy día, de hecho, tenemos herramientas con algún software que podemos instalar en nuestro móvil y que nos va a avisar a qué intensidades estamos expuestos auditivamente hablando, porque es importante tener en consideración que no solamente debemos hablar de la intensidad de la música, sino que también podemos hablar de la intensidad de cualquier sonido. Es decir, cualquier sonido que esté en el rango de los 100 decibeles, peor aún en el rango del umbral del dolor que sería de los 120 decibeles es perjudicial para nuestros oídos y por tanto, para nuestra salud. La solución, en el caso de la música radica en configurar nuestros reproductores de música para que limiten el nivel de volumen y así, podamos evitar que en un descuido lleguemos a nivel perjudiciales para nuestro sistema auditivo.
Por otra parte, también hay que pensar en la situación donde la música nos genera estados emocionales que no son ideales para las personas. Para compartirles una experiencia personal, yo recuerdo hace muchos años que estaba escuchando un estilo de música en particular que un amigo me ofreció y de repente, mis manos empezaron a temblar, estamos hablando de que la música sin darme cuenta me estaba creando un estado de estrés, un estado de ansiedad. Estas situaciones se pueden ver reflejadas también en nuestro día a día, pues la música que escuchamos puede predisponernos a situaciones de estrés, a situaciones de ansiedad, a estados de relajación, de alegría, etc. Hay personas que al Escuchar cierto tipo de canción viajan en su mente a aquellos momentos difíciles que vivieron con sus seres queridos, llámense padres, madres, sus parejas, y esos recuerdos en muchos casos pueden también generar problemas, porque aún no se ha superado esa situación y requiere la atención de un profesional para que pueda también ayudarle a cada superar esa etapa que vivieron y que de alguna u otra manera, la han vinculado con la música. Creo que muchos de nosotros hemos vivido esas circunstancias donde si hacemos una encuesta y preguntamos ¿quién recuerda la música con la que se enamoró? o la música con la que se declaró por primera vez a su pareja, muchos seguramente recordarían con nombre, apellido y título la canción. Caso contrario, también puede suceder con ciertos estilos musicales que nos llevan a tristeza, a la melancolía, lo cual no es sano para nuestra salud mental.
Otro enfoque interesante en este aspecto para tener en cuenta es que de hecho está documentado, y hay libros que hablan al respecto, donde se ha utilizado la música como mecanismo de tortura. Ello quiere decir que la música mal empleada puede ser un mecanismo para deteriorar nuestra salud.
A modo de conclusión, es muy importante que ustedes valoren sus paisajes sonoros, valoren lo que escuchan, tengan muy en cuenta que de pronto lo que a ustedes les agrada, lo que a ustedes les gusta, a una persona dentro de su entorno familiar, dentro de su entorno laboral, puede que no le agrade tanto, puede que le traiga ciertas manifestaciones de salud en el ámbito mental o incluso físico. Imagínense que alguien llegue, se monta en su vehículo, y ustedes a todo volumen ponen aquel equipo de sonido porque de pronto ya tienen problemas auditivos, pero el que va con usted puede estar diciendo wow esto está demasiado fuerte, ¿cuándo le bajará el volumen?, yo me quiero bajar de este carro.
Un gran saludo para todos y bienvenidos a una nueva edición del Podcast de Datemúsica, mi nombre es Johan Parilli y vamos a estar conversando hoy sobre este interesante tema.
Sabemos que muchos de nosotros de alguna u otra manera tenemos esa cercanía, esa afición por la música, nos encanta la música y es muy probable que hayamos pensado, "No, yo no creo que la música en algún momento me vaya a afectar a mí la salud," sin embargo hay situaciones que son importantes destacar y por eso la necesidad de difundirlas a través de este Podcast de Datemúsica.
Entrando un poco en la materia, hemos dicho que podríamos encontrar aquel bando de los que no consideramos que la música puede ser perjudicial para la salud y aquellos que consideramos que sí puede ocasionar ciertos perjuicios. Ahora, aclaremos en qué circunstancias puede darse esta situación perjudicial para la salud, y una de ellas seguramente ustedes ya la han pensado, es aquel momento donde estamos escuchando música a muy alto volumen y por supuesto, llegamos a esos umbrales del dolor. Hoy día, de hecho, tenemos herramientas con algún software que podemos instalar en nuestro móvil y que nos va a avisar a qué intensidades estamos expuestos auditivamente hablando, porque es importante tener en consideración que no solamente debemos hablar de la intensidad de la música, sino que también podemos hablar de la intensidad de cualquier sonido. Es decir, cualquier sonido que esté en el rango de los 100 decibeles, peor aún en el rango del umbral del dolor que sería de los 120 decibeles es perjudicial para nuestros oídos y por tanto, para nuestra salud. La solución, en el caso de la música radica en configurar nuestros reproductores de música para que limiten el nivel de volumen y así, podamos evitar que en un descuido lleguemos a nivel perjudiciales para nuestro sistema auditivo.
Por otra parte, también hay que pensar en la situación donde la música nos genera estados emocionales que no son ideales para las personas. Para compartirles una experiencia personal, yo recuerdo hace muchos años que estaba escuchando un estilo de música en particular que un amigo me ofreció y de repente, mis manos empezaron a temblar, estamos hablando de que la música sin darme cuenta me estaba creando un estado de estrés, un estado de ansiedad. Estas situaciones se pueden ver reflejadas también en nuestro día a día, pues la música que escuchamos puede predisponernos a situaciones de estrés, a situaciones de ansiedad, a estados de relajación, de alegría, etc. Hay personas que al Escuchar cierto tipo de canción viajan en su mente a aquellos momentos difíciles que vivieron con sus seres queridos, llámense padres, madres, sus parejas, y esos recuerdos en muchos casos pueden también generar problemas, porque aún no se ha superado esa situación y requiere la atención de un profesional para que pueda también ayudarle a cada superar esa etapa que vivieron y que de alguna u otra manera, la han vinculado con la música. Creo que muchos de nosotros hemos vivido esas circunstancias donde si hacemos una encuesta y preguntamos ¿quién recuerda la música con la que se enamoró? o la música con la que se declaró por primera vez a su pareja, muchos seguramente recordarían con nombre, apellido y título la canción. Caso contrario, también puede suceder con ciertos estilos musicales que nos llevan a tristeza, a la melancolía, lo cual no es sano para nuestra salud mental.
Otro enfoque interesante en este aspecto para tener en cuenta es que de hecho está documentado, y hay libros que hablan al respecto, donde se ha utilizado la música como mecanismo de tortura. Ello quiere decir que la música mal empleada puede ser un mecanismo para deteriorar nuestra salud.
A modo de conclusión, es muy importante que ustedes valoren sus paisajes sonoros, valoren lo que escuchan, tengan muy en cuenta que de pronto lo que a ustedes les agrada, lo que a ustedes les gusta, a una persona dentro de su entorno familiar, dentro de su entorno laboral, puede que no le agrade tanto, puede que le traiga ciertas manifestaciones de salud en el ámbito mental o incluso físico. Imagínense que alguien llegue, se monta en su vehículo, y ustedes a todo volumen ponen aquel equipo de sonido porque de pronto ya tienen problemas auditivos, pero el que va con usted puede estar diciendo wow esto está demasiado fuerte, ¿cuándo le bajará el volumen?, yo me quiero bajar de este carro.
Tomemos en cuenta todos estos elementos porque la música definitivamente es maravillosa, pero a algunas personas les puede ocasionar problemas, y a todos o a cualquiera de nosotros sin darnos cuenta nos puede incluso llegar a deteriorar nuestro sistema auditivo si la escuchamos a altos niveles de volumen.
Los invitamos a escuchar nuestro Podcast Semanal y nuestro Programa de Radio aquí en nuestra web www.datemusica.com y en nuestro espacio en IVOOX
También pueden comunicarse con nosotros a través de nuestro Instagram.com/datemusica
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